Por Karen Rivera
Víctor Luis Urquidi describía a la economía como una mezcla entre ciencia y arte. Ciencia en tanto constituye una disciplina que pretende explicar fenómenos y consecuencias; y arte, en tanto descansa en el falible juicio subjetivo del hombre. Considerado uno de los economistas más importantes del siglo XX, Víctor Urquidi fue homenajeado en El Colegio Nacional por colegas e investigadores como Javier Garciadiego, José Sarukán y Tedoro González de Léon.
“Él fue miembro del Colegio Nacional durante ocho años y en un momento dado renunció, es algo que sucede muy rara vez en El Colegio Nacional. De modo que esto quedó más o menos en el olvido hasta hace dos años que comenzamos a preguntarnos cómo era posible que no tuviéramos ni una huella de don Víctor Urquidi en el Colegio Nacional, se expuso al consejo y quedamos en que se haría el homenaje”, explicó Fernando Lara, integrante del Colegio Nacional.
“Víctor Urquidi fue uno de los primeros economistas profesionales en México, con estudios, con rigor metodológico, con rigor teórico, pero a diferencia de los otros Víctor Urquidi tenía una visión internacional que le dio su propia biografía”, agregó Javier Garciadiego, también integrante del Colegio Nacional.
Hijo de Juan F. Urquidi, un diplomático mexicano, Víctor Urquidi, ingresó al Colegio Nacional el primero de agosto de 1960 y renunció en 1968. Fue economista del Banco Mundial, de la Secretaría de Hacienda y de la Comisión Económica para América Latina, así como cofundador del Centro de Estudios Económicos y Demográfico del Colegio de México, lo que permitió la creación del primer posgrado de Economía en el país.
“Introdujo al Colegio de México el estudio de la economía petrolera, introdujo también el estudio de temas del medio ambiente, le interesaba muchísimo las relaciones de México con los países de Asia y África, tanto que fundó el Centro de Estudios de Asia y África”, agregó Lara.
“Su discurso de ingreso al Colegio Nacional trata de la enseñanza de la economía en México y es una crítica perfectamente vigente a la economía matematizada y formalista que es la que ahora predomina, yo diría que sin ser yo economista ni saber de eso, me atrevería a pensar que él pensaba en una economía que tuviera algo que ver con la realidad del país”.